Galia Puerto se posiciona estratégicamente en la Dársena del Batán del Puerto de Sevilla, un enclave que combina la actividad portuaria con la conectividad urbana. Su proximidad a la ronda de circunvalación SE-30 garantiza un acceso directo al Aeropuerto, la Estación de AVE de Santa Justa y una conexión eficiente con toda la ciudad.
El proyecto desarrollado por EDDEA incorpora tecnología avanzada y se distingue por la generosidad de sus espacios comunes, diseñados para facilitar el encuentro entre usuarios y visitantes. La propuesta prioriza la optimización energética tanto en climatización como en el mantenimiento general de las instalaciones.
Integración en el entorno portuario a través de los materiales
El complejo se extiende a lo largo del vial de servicio, plegándose sobre sí mismo conforme se aproxima a la autovía de circunvalación, hacia la que dirige su fachada principal. La selección de materiales como el vidrio, el acero corten y la madera logra una integración natural con el carácter industrial del entorno portuario.
La composición arquitectónica se articula mediante dos edificaciones vinculadas por un espacio común. El primer volumen, de dos plantas de altura, alberga oficinas y un local comercial. El segundo, de seis plantas, concentra una galería comercial y servicios, oficinas de alquiler, centro de negocios y salas polivalentes.
Conexión y accesibilidad como estrategia proyectual
El acceso principal se resuelve mediante un pasaje que perfora la construcción, estableciendo una relación directa entre la calle conformada por ambas edificaciones y la plataforma portuaria situada dos metros por debajo. Este elemento conecta las actividades del Puerto con el nuevo programa terciario.
Desde este punto de encuentro se accede tanto al edificio principal como al patio inferior, creando una continuidad peatonal con las instalaciones portuarias existentes. Las zonas comunes en planta baja se dimensionan generosamente para convertirse en el principal espacio de intercambio entre usuarios.
El proyecto responde a la necesidad de crear un nuevo polo de actividad terciaria que dialogue con la infraestructura portuaria, estableciendo un modelo de integración entre la ciudad y el puerto a través de la arquitectura.
