En pleno puerto de Kaohsiung, junto a la desembocadura del río Love, se alza el Centro de Cultura Marítima y Música Popular de Taiwán. Este complejo cultural de 11 hectáreas representa uno de los proyectos más ambiciosos desarrollados por EDDEA, resultado del primer premio obtenido en un concurso internacional en 2011.
El proyecto surge de la necesidad de crear un nuevo eje creativo y de ocio que forme parte integral de la vida urbana de Kaohsiung. Más allá de ser un simple centro de entretenimiento, la propuesta genera espacios públicos que funcionan independientemente de la programación de eventos, convirtiéndose en lugares de encuentro cotidiano para los ciudadanos.
La revisión conceptual realizada por EDDEA transformó la propuesta inicial en un desarrollo viable técnica y constructivamente. El resultado más emblemático de esta intervención son las dos torres icónicas de 113 y 83 metros de altura, cuya silueta evoca las olas del mar que caracterizan el paisaje local.
El programa se organiza en tres áreas diferenciadas, cada una adaptada a las condiciones específicas del contorno. La zona de las «Ballenas» alberga seis espacios musicales de diferentes capacidades con cubiertas verdes transitables que funcionan como miradores hacia el puerto. Estos volúmenes se conectan a nivel del suelo mediante un gran paseo marítimo que invita al recorrido cotidiano.
En el centro del complejo, la gran cubierta «Exhibit» protege espacios expositivos y comerciales bajo una estructura de paraguas hexagonales. Esta configuración libera una amplia superficie sombreada donde surgen actividades espontáneas: mercadillos, espectáculos callejeros o simples encuentros sociales.
Los «Delfines», cinco restaurantes conectados por una pasarela elevada, constituyen la espina vertebral gastronómica del proyecto, respondiendo al gusto taiwanés por los circuitos culinarios. Esta zona incluye un mercado nocturno que mantiene la actividad las 24 horas del día.
La zona «Big Wave» concentra la programación de gran formato con dos auditorios: uno interior para 5.000 asistentes y otro al aire libre con capacidad para 12.000 personas. Las torres que rematan este conjunto albergan los servicios de la industria musical y proporcionan una imagen icónica al skyline portuario.
Una conexión interior de más de 25 metros de altura, materializada mediante rampas y escaleras mecánicas, articula todas las áreas del complejo y facilita los flujos entre los diferentes niveles y actividades.
El proyecto incorpora más de mil árboles que crean un gran parque en la desembocadura del río Love, aprovechando el clima tropical húmedo para generar una exuberante vegetación que matiza la contundencia de las construcciones. Los espacios exteriores se diseñan como prolongaciones naturales de los interiores, creando un continuo de actividades que se adapta a los ritmos de la ciudad.
La materialización del proyecto responde tanto a las condiciones climáticas locales como a la vocación simbólica del conjunto. Las cubiertas verdes no solo proporcionan aislamiento térmico, sino que se convierten en nuevos espacios públicos elevados desde donde contemplar el paisaje portuario. La estructura de los auditorios se resuelve con criterios de máxima eficiencia acústica y flexibilidad de uso.
Este centro cultural trasciende su función específica para convertirse en un nuevo paisaje urbano que dialoga con el mar, integra la cultura local y genera oportunidades de encuentro social en el corazón de una de las ciudades más dinámicas de Taiwán.
Instalaciones principales:
Torres: 113m y 83m de altura
Auditorios: Interior (5.000 asistentes) y exterior (12.000 asistentes)
Seis espacios musicales «Live Houses» con cubiertas verdes
Centro de exposiciones con estructura hexagonal
Cinco restaurantes conectados por pasarela
Mercado nocturno 24 horas
Museo del Mar
Más de 1.000 árboles plantados
Conexión interior de 25m de altura
