El Museo Internacional de Arte Íbero surge como un proyecto de regeneración urbana que transforma la antigua Prisión Provincial de Jaén en el mayor centro mundial dedicado a la cultura íbera. Ubicado en el encuentro entre el Paseo de la Estación y la Avenida de Muñoz Grande, el edificio se convierte en un nuevo foco de atracción cultural para la ciudad.


La propuesta de EDDEA aborda el desafío de crear un espacio museístico contemporáneo sobre las trazas de la antigua prisión, desarrollando una revalorización de la espacialidad existente a través de un edificio rico en relaciones entre sus áreas públicas. La intervención se organiza mediante una distribución que favorece la circulación fluida entre los diferentes espacios expositivos y las áreas de servicios complementarios.
El diseño arquitectónico se define por una fachada de gran volumetría realizada con hormigón ligero de fibra de vidrio, cuya textura singular destaca especialmente cuando la luz natural se refleja en ella a lo largo del día. Esta materialidad contemporánea dialoga con el entorno urbano mientras aporta una identidad propia al edificio cultural.
El programa funcional se distribuye estratégicamente para ofrecer una experiencia museística completa. Las salas de exposición permanente y temporal se complementan con espacios para la investigación, conservación y difusión del patrimonio íbero. El edificio incorpora además áreas de servicios como tienda, cafetería, salones de conferencias y zonas de información, que amplían su función como centro de encuentro cultural y social.
Con una superficie construida de 11.152 metros cuadrados, el museo alberga la mayor colección mundial de arte íbero, con más de 3.500 piezas que abarcan seis siglos de historia de esta cultura. La intervención de EDDEA logra crear un espacio que no solo conserva y expone este patrimonio único, sino que lo convierte en una herramienta de dinamización cultural y urbana para Jaén.


El proyecto representa la culminación de un proceso iniciado en 2001 y desarrollado a través de un concurso internacional, demostrando cómo la arquitectura contemporánea puede revitalizar espacios urbanos históricos y convertirlos en nuevos polos de atracción cultural.