El proyecto demuestra especial sensibilidad hacia la inserción paisajística, integrando corredores verdes y espacios de expansión que conectan con el futuro anillo verde de Sevilla. Esta estrategia ambiental no solo mejora la calidad del aire urbano, sino que crea nuevos espacios de socialización y ocio al aire libre para los futuros 50.000 habitantes del distrito.
El proyecto surge de la voluntad de transformar la percepción tradicional de estos espacios deportivos, habitualmente concebidos como recintos cerrados y ajenos a su contexto. La implantación busca una ocupación extensiva que refuerza la horizontalidad del conjunto, ajustando su escala al entorno residencial y paisajístico circundante.
La configuración volumétrica del edificio responde a una estrategia de integración paisajística que hace referencia a las tradicionales naves de saladeros que aún permanecen en la memoria visual del lugar. Las cubiertas, tratadas con materiales cerámicos y tonalidades terrosas, establecen un diálogo directo con la arquitectura vernácula de la zona.
El acceso al complejo se articula a través de una «oquedad» en el volumen principal, creando un espacio de transición que actúa como pequeña plaza pública. Esta estrategia genera un ámbito de llegada con carácter propio, donde la zona arbolada introduce y da continuidad al vacío interior, proporcionando identidad y reconocimiento del carácter público del equipamiento.
La organización del programa gira en torno al vestíbulo de acceso y control, optimizando los funcionalrecorridos y las áreas de transición. En el extremo oeste se concentran los vestuarios, administración y sala deportiva, organizados alrededor de un patio que filtra la luz y proyecta hacia el exterior. El volumen de las piscinas, situado en el lado este, se concibe como un espacio diáfano iluminado con la calidez de sus paredes y vigas blancas.
Las instalaciones acuáticas incluyen una piscina principal de 25×12,5 metros destinada a la enseñanza de natación y actividades deportivas, así como una piscina menor para actividades específicas como aquaeróbic y aquagym. El diseño de estos espacios privilegia el uso de la luz natural y la relación visual con el exterior, transformando la experiencia tradicional de estos equipamientos.
La materialidad del conjunto combina la calidez de los elementos cerámicos en fachada con la limpieza de los acabados interiores, donde predomina el blanco que maximiza la reflexión de la luz natural. Esta paleta cromática refuerza la vocación de crear espacios luminosos y acogedores que inviten al uso y disfrute de las instalaciones.
