El conjunto residencial Marbala, desarrollado por EDDEA en San Pedro de Alcántara, responde al desafío de transformar la imagen convencional del edificio plurifamiliar, creando una arquitectura contemporánea que aporta valor y calidad al entorno urbano.
Ubicado en una parcela de configuración romboidal con una topografía descendente hacia el sureste, el proyecto integra 84 viviendas de protección oficial organizadas en dos bloques que definen un patio central destinado a jardines privativos y espacios de convivencia.
La propuesta arquitectónica optimiza la edificabilidad mediante la creación de un espacio central de 1.950 m² dedicado a parques y jardines privados, configurando dos volúmenes de manzana cerrada que garantizan la calidad de vida de los residentes.
Los dos bloques, idénticos en su concepción, albergan cada uno tres portales distribuidos de norte a sur. El acceso principal se produce desde la calle principal, mientras que la conexión con todos los portales se realiza a través del patio central, asegurando la accesibilidad universal mediante su diseño interior.
El programa se desarrolla en planta sótano para aparcamiento, planta baja con locales comerciales y viviendas, tres plantas tipo y planta ático. La distribución contempla 12 viviendas en planta baja, 20 por planta tipo y 12 en ático, con tipologías de 2 y 3 dormitorios que se adaptan a diferentes necesidades familiares.
Se han proyectado 4 viviendas adaptadas para personas con movilidad reducida, garantizando la accesibilidad universal. Todas las viviendas disfrutan de orientación este u oeste, amplias terrazas exteriores y espacios optimizados que minimizan los recorridos internos.
El patio central incorpora una piscina comunitaria estratégicamente separada del acceso principal, complementada con zonas ajardinadas y de estancia que configuran un espacio de calidad para el disfrute de la comunidad. Los locales comerciales se posicionan en el extremo norte de ambos bloques, aprovechando su ubicación privilegiada con fachada a dos calles.
La volumetría vuela sobre la planta baja aprovechando el máximo permitido para incrementar la superficie edificada, generando un juego de luces y sombras que enriquece la composición arquitectónica. El proyecto integra criterios de sostenibilidad y eficiencia energética, adaptándose a las condiciones climáticas mediterráneas.
