La propuesta para la nueva Biblioteca de Kinmen surge de la comprensión profunda del territorio y su historia militar. Ubicada en el centro geométrico de la isla, al pie de la colina donde se asienta la antigua Base de la Zona Especial de Arte y Cultura, la intervención respeta y reinterpreta los elementos característicos del lugar: la trinchera militar, el humedal deprimido y el conjunto de árboles protegidos.
El proyecto articula tres bloques programáticos principales -museo, biblioteca y espacios multifuncionales- alrededor de patios interiores que conectan directamente con el paisaje. Esta estrategia permite que el edificio se integre naturalmente en el territorio, conservando la totalidad de la vegetación existente y ofreciendo una nueva interpretación de la trinchera como elemento paisajístico transitable.




La decisión de semienterrar el volumen en el borde del humedal responde a una doble intención: mantener intacto el control visual desde el mirador militar histórico y crear una fachada completamente nueva para el visitante que se aproxima desde el acceso principal. Los puentes sobre el humedal deprimido conectan el aparcamiento con las diferentes entradas, preservando completamente la naturaleza del lugar.
Una gran estructura de madera envuelve todo el conjunto, reduciendo las emisiones de carbono y mejorando significativamente el confort interior de los espacios de lectura. Esta solución constructiva, junto con los paneles solares distribuidos en más de 2500 metros cuadrados de cubierta inclinada, permite que el edificio sea completamente autosuficiente energéticamente.
El diseño del espacio público fluye a lo largo de todo el edificio como elemento conector, componiendo un paseo arquitectónico que culmina en el espacio abierto de la biblioteca, desde donde se contemplan las vistas hacia el mar y la costa de China continental. La trinchera reconstructida desarrolla un recorrido circular que atraviesa el edificio, ofreciendo diferentes tipos de espacios: senderos estrechos que conectan con el suelo, áreas abiertas con gradas para la lectura y el descanso, y espacios excavados que permiten celebrar lecturas, exposiciones y actuaciones rodeados de los árboles protegidos.
La estrategia de fases considera la biblioteca y el museo como programas prioritarios, permitiendo su construcción independiente y posterior conexión a través del bloque multifuncional. Esta flexibilidad constructiva garantiza la viabilidad del proyecto y su adaptación a diferentes escenarios de desarrollo.

