La nueva sede de la Oficina de Armonización del Mercado Interior emerge como un hito arquitectónico que redefine la presencia institucional europea en el litoral mediterráneo. Resultado del primer premio en un concurso internacional de dos etapas, este proyecto trasciende la funcionalidad administrativa para convertirse en un símbolo de integración entre la arquitectura contemporánea y el paisaje alicantino.
El proyecto comprende tres componentes arquitectónicos fundamentales: un edificio de oficinas diseñado para albergar 500 empleados, un centro de congresos con auditorio para 450 asistentes, y un edificio de recepción que articula el acceso al nuevo campus. Esta configuración permite una organización clara de flujos mientras mantiene la flexibilidad operativa que demanda una institución de alcance europeo.




La estrategia de diseño responde a dos premisas fundamentales: la comprensión profunda del emplazamiento y su relación con la arquitectura preexistente, y la materialización de los valores corporativos de la institución a través del lenguaje arquitectónico. El edificio de oficinas se organiza en dos volúmenes conectados mediante un jardín exterior orientado hacia el mar, creando una secuencia espacial que favorece tanto la flexibilidad funcional como la diversidad de ambientes de trabajo.
Esta disposición genera espacios intermedios que funcionan como extensiones naturales del programa interior, estableciendo una relación continua entre los diferentes ámbitos laborales. Los jardines no solo actúan como elementos de conexión física, sino que introducen la luz mediterránea y las visuales hacia el horizonte marino como componentes activos del diseño.
El proyecto alcanza su máxima expresión en la integración paisajística del conjunto. La urbanización y el diseño del paisaje del campus responden a criterios de sostenibilidad que culminaron en noviembre de 2015 con la obtención de la máxima calificación del certificado BREEAM, convirtiéndose en el primer edificio de nueva construcción en España y Portugal en alcanzar esta distinción.
Esta certificación no solo reconoce la excelencia técnica del proyecto, sino que valida un enfoque integral que considera el impacto ambiental, la eficiencia energética y el bienestar de los usuarios como pilares fundamentales del diseño arquitectónico. La arquitectura resultante establece un nuevo paradigma para las sedes institucionales, donde la responsabilidad ambiental y la calidad espacial convergen en una propuesta coherente y ambiciosa.