El Centro Hospitalario de Alta Resolución (CHARE), ubicado en plena Sierra de Cazorla, abrió sus puertas en diciembre de 2019. Sus instalaciones se distribuyen entre diversas áreas: servicios de urgencias, actividad quirúrgica, consultas externas, pruebas diagnósticas y zona de hospitalización.
Con el objetivo de relacionar el hospital con el medio natural en el que se enclava y hacer del entorno parte clave en la recuperación de los pacientes, se decide integrar la infraestructura en el territorio.
En consecuencia, el programa se compone de tres bloques organizados en torno a patios irregulares, todos conectados a través de un mismo vestíbulo. De esta forma, el hall funciona como un nexo entre las diversas áreas de la edificación, para favorecer de esta forma una mejor circulación a través de ellas.
El diseño parte de la creación de tres plantas. En la intermedia se localiza el acceso principal y varias salas dedicadas a la asistencia sanitaria más habitual y urgente. En la planta baja se encuentran salas de quirófano y pruebas médicas de paso restringido y en la superior, la más pequeña, se ofrecen servicios de intervención y residencia.
El blanco, característico de algunos pueblos de la comarca, fue el color elegido para decorar estas estancias interiores, junto con elementos como la piedra natural y el vidrio, pensado para proyectar la luz por el espacio.
Los exteriores que rodean a la edificación se acondicionaron según las necesidades proyectadas: arbustos, coníferas y otras especies forestales se presentan rodeando el recinto con el fin de convertir su radio de acción en un espacio agradable y rehabilitador.
Con el objetivo de adaptar el conjunto arquitectónico al olivar y la sierra, se apostó por la paleta cromática de marrones y por materiales como la cerámica o el ladrillo, en un guiño a la tradición alfarera regional, que se aplican en su fachada ventilada, además de la grava volcánica, situada en sus cubiertas.
Los equipos médicos se reparten entre los servicios de urgencias, la actividad quirúrgica, las consultas externas, las pruebas diagnósticas y la zona de hospitalización. Para dar respuesta a estas necesidades, el programa funcional del edificio cuenta con:
En la planta intermedia: 13 módulos de atención especializada y salas de exploraciones funcionales, en la zona de consultas.
En la planta superior: 14 habitaciones individuales, en el área de hospitalización polivalente.
En la planta baja, donde se ubica el bloque quirúrgico y el área de urgencias: dos quirófanos, una sala de reanimación, dos puntos de reanimación cardiopulmonar, una sala de clasificación y tres módulos de consulta.
Fotografías de Fernando Alda.
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