La ampliación de la sede de la Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI) en Alicante, un proyecto desarrollado por el estudio internacional de arquitectura EDDEA en colaboración con la ingeniería Ayesa, ha obtenido la máxima clasificación del certificado internacional de construcción sostenible BREEAM, convirtiéndose en el primer edificio nuevo en España y Portugal que obtiene la distinción ‘Excepcional’.
El reconocimiento ha sido concedido tras una rigurosa evaluación en diez categorías (Gestión, Salud y Bienestar, Energía, Transporte, Agua, Materiales, Residuos, Uso ecológico del suelo, Contaminación, Innovación), convirtiéndolo en una referencia a nivel internacional de esta escala de sostenibilidad presente en 63 países desde 1990.
El inmueble consume un 70% menos de CO2 comparado con un edificio de similares características gracias su diseño y a un sistema de gestión centralizado que permite efectuar un control total sobre los consumos y los costes energéticos.
Además, la energía que necesita la proporciona una instalación fotovoltaica de generación eléctrica en la cubierta del edificio, que se complementa con otros elementos de fuentes ‘verdes’ (aerogeneradores, bomba geotérmica y solar térmica). Asimismo, la electricidad suministrada desde el exterior debe ser únicamente de origen renovable.
Otro de los objetivos conseguidos ha sido reducir al máximo el consumo de agua y sus bajas emisiones de COVs (compuestos orgánicos volátiles) en pinturas, revestimientos y suelos. El nivel de detalle llega a aspectos como ‘vistas al exterior’, un requisito que exige que todas las zonas de trabajo estén a menos de 7 metros de una ventana con vistas para reducir el riesgo de vista cansada y de la monotonía de un espacio cerrado.
Detalles del proyecto
EDDEA inició en 2013 el desarrollo del proyecto de ampliación de este ‘cuartel general’ de la OAMI, situado a las afueras de la ciudad valenciana, que comprendía la ejecución de un nuevo edificio de oficinas con capacidad para 500 empleados, un centro de congresos con auditorio para 450 espectadores y un nuevo complejo de recepción y bienvenida encargado de articular el conjunto.
Así, se planteó una construcción definida por dos piezas relacionadas mediante un jardín orientado al mar y con espacios de conexión entre las mismas, a través de áreas de intercambio. El edificio de recepción y bienvenida se presentó como un telón de fondo, que recoge los volúmenes que componen el acceso actual, en favor de una nueva fachada.