El nuevo Centro Hospitalario de Alta Resolución (CHARE), proyectado EDDEA en plena Sierra de Cazorla (Jaén), ha abierto recientemente sus puertas. Este edificio es una infraestructura con un enfoque singular, ya que está integrado en el territorio con el ánimo de vincular el consultorio con el medio natural en el que se enclava y hacer del entorno un elemento fundamental en la recuperación de los pacientes.
En este sentido, el CHARE de Cazorla se compone de diferentes bloques organizados en torno a patios irregulares, todos conectados a través de un mismo vestíbulo, la vía principal de acceso al recinto. De esta forma, el hall funciona como un nexo entre las diversas áreas de la edificación, para favorecer de esta forma una mejor circulación a través de ellas.
El diseño parte de la creación de tres plantas en el conjunto hospitalario. En la intermedia se localiza el acceso principal y en ella es posible encontrar varias salas dedicadas a proporcionar la asistencia sanitaria más habitual y urgente. En la planta baja se encuentran salas de quirófano y pruebas médicas de paso restringido; y en la superior, la más pequeña, se ofrecen servicios de intervención y residencia.
El blanco, característico de algunos pueblos de la comarca, es el color elegido para decorar estas estancias interiores, junto con elementos como la piedra natural y el vidrio, pensado para proyectar la luz por el espacio.
Los exteriores que rodean a la edificación se han acondicionado según las necesidades proyectadas: arbustos, coníferas y otras especies forestales se presentan rodeando el recinto con el fin de convertir su radio de acción en un espacio agradable y rehabilitador.
Integración cromática
Asimismo, en la búsqueda por adaptar el conjunto arquitectónico al olivar y la sierra, se ha apostado también por la paleta cromática de marrones y por materiales como la cerámica o el ladrillo, en un guiño a la tradición alfarera de la región, que se aplican en su fachada ventilada, además de la grava volcánica, situada en sus cubiertas.
Los equipos médicos del CHARE de Cazorla se reparten entre los servicios de urgencias, la actividad quirúrgica, las consultas externas, las pruebas diagnósticas y la zona de hospitalización. Para dar respuesta a estas necesidades, el edificio cuenta con 13 módulos de atención especializada y salas de exploraciones funcionales, en la planta intermedia; y 14 habitaciones en el piso superior.
Por su parte, en la planta baja, es donde se ubica el bloque quirúrgico y el área de urgencias: dos quirófanos, una sala de reanimación, dos puntos de reanimación cardiopulmonar, una sala de clasificación y tres módulos de consulta.