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El diseño de EDDEA para el Centro Hospitalario de Alta Resolución de Cazorla, premiado en los AIT Awards de 2020

El Centro Hospitalario de Alta Resolución (CHARE), proyectado por EDDEA en plena Sierra de Cazorla (Jaén), ha recibido el tercer premio de la categoría de Health/Care de ‘Best in Interior&Architecture’ de los AIT Awards 2020, unos de los certámenes más importantes del mundo en el ámbito de la arquitectura y el diseño de interiores y al que han concurrido en esta edición 877 proyectos de 47 países.

Nacidos en 2012, estos galardones combinan el diseño de interiores y la arquitectura en un premio de carácter bienal, con el foco puesto en iniciativas desarrolladas en Europa, América del Norte, Medio Oriente y Lejano Oriente. Constan de varias categorías y se pueden presentar todo tipo de proyectos, que son evaluados por un jurado internacional que tradicionalmente se reúne en la iglesia de St. Katharinen de Hamburgo (Alemania).

El CHARE de Cazorla, inaugurado a finales de 2019, es una infraestructura sanitaria con un enfoque singular, ya que está integrado en el territorio con el ánimo de vincular el consultorio con el medio natural en el que se enclava y hacer del entorno un elemento fundamental en la recuperación de los pacientes.

Precisamente, el jurado de los AIT Awards ha valorado que “para los arquitectos, el paisaje de la provincia andaluza de Jaén se asemeja a un ‘anfiteatro’ natural atravesado por el río Guadalquivir y sus afluentes. Por tanto, este entorno concreto iba a desempeñar un papel decisivo en el diseño del nuevo hospital. Los materiales locales, como la cerámica y los ladrillos, desempeñaron un papel importante en la ejecución. El color característico del tejado se consiguió mezclando piedra volcánica”.

También se destaca el «entramado topográfico» y el «uso sensible de los materiales, incorporando tipologías tradicionales del paisaje andaluz». «El espacio del paisaje fluye hacia el edificio y subraya así su efecto como edificio de sombra. Con vistas a los asentamientos circundantes (los pueblos blancos), la estrategia de ambientación y materialización resulta especialmente acertada y subraya, una vez más, la delicada gestión de un programa de construcción que no es fácil para este emplazamiento», añade el fallo del jurado.

El proyecto, al detalle

El edificio del CHARE de Cazorla se compone de diferentes bloques organizados en torno a patios irregulares, todos conectados a través de un mismo vestíbulo, la vía principal de acceso al recinto. De esta forma, el hall funciona como un nexo entre las diversas áreas de la edificación, para favorecer de esta forma una mejor circulación a través de ellas.

El diseño parte de la creación de tres plantas en el conjunto hospitalario. En la intermedia se localiza el acceso principal y en ella es posible encontrar varias salas dedicadas a proporcionar la asistencia sanitaria más habitual y urgente. En la planta baja se encuentran salas de quirófano y pruebas médicas de paso restringido; y en la superior, la más pequeña, se ofrecen servicios de intervención y residencia.

El blanco, característico de algunos pueblos de la comarca, fue el color elegido para decorar estas estancias interiores, junto con elementos como la piedra natural y el vidrio, pensado para proyectar la luz por el espacio.

Los exteriores que rodean a la edificación se acondicionaron según las necesidades proyectadas: arbustos, coníferas y otras especies forestales se presentan rodeando el recinto con el fin de convertir su radio de acción en un espacio agradable y rehabilitador.

Asimismo, en la búsqueda por adaptar el conjunto arquitectónico al olivar y la sierra, se apostó también por la paleta cromática de marrones y por materiales como la cerámica o el ladrillo, en un guiño a la tradición alfarera de la región, que aplicó en su fachada ventilada, además de la grava volcánica, situada en sus cubiertas.