El futuro del modelo residencial de la ciudad de Cádiz ha sido objeto de debate en unas jornadas organizadas por la Zona Franca de Cádiz y Diario de Cádiz. En este evento diversos expertos, entre ellos, el arquitecto Jorge Izquierdo, del equipo de EDDEA, dieron su opinión y su punto de vista sobre la materia, partiendo del hilo conductor del proyecto del nuevo núcleo urbano de Navalips.
Bajo el título ‘Repensar el modelo residencial de Cádiz’, este encuentro es la continuación del que se celebró en el mes de diciembre específicamente sobre el polígono exterior, donde están previstas 800 viviendas y una gran zona verde. Se trata de una de las propuestas más ambiciosas en este terreno y está promovida por el Consorcio de la Zona Franca, la sociedad estatal Sepides y el Ayuntamiento gaditano.
La mesa ‘Navalips, la reinvención de un nuevo espacio’, reunió -además de a Jorge Izquierdo de EDDEA-, a Nuria Ródenas, arquitecta en gestión de proyectos de Sepides; José Fernández, presidente del Grupo Carrod y que también fue el promotor de Torre D’Arenas en el polígono exterior; y a Jorge Fernández-Portillo, secretario general de la Federación de Agrupaciones de Empresarios de la Construcción de Cádiz.
Izquierdo afirmó que la intervención que se va a llevar a cabo en Navalips “es una operación muy importante para la ciudad. Esto es como una semilla para repensar la Zona Franca exterior”. También expuso los distintos usos para esta nueva trama urbana, donde mezclan vivienda libre y protegida, zonas verdes, otras para el ocio y también uso terciario con comercios de proximidad.
Sobre este proyecto, Nuria Ródenas apuntó que espera que “en dos años y medio puedan estar concluidos todos los trámites para poder ver las máquinas trabajando en los terrenos de la antigua fábrica de hélices navales”. Para ello, consideró fundamental la colaboración entre las administraciones y que la fórmula que se ha buscado no haga necesaria una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Ródenas puso en valor la actuación que se va a llevar a cabo porque “no se plantea como otro barrio más”. En este sentido, dijo que “es diferente, pero es respetuoso con lo que hay” y para ello enumeró los puntos sobre la filosofía de esta actuación: “identidad, que Cádiz la tiene de sobra pero cuando vas a acometer un proyecto corres el riesgo de hacer algo muy diferente y aquí se ha mantenido la estructura de esa zona. En paralelo, buscamos que sea habitable, sostenible, más amable y saludable”.
Modelo residencial
Por su parte, Jorge Fernández-Portillo defendió el modelo residencial como generador de actividad económica y de puestos de trabajo “que es enorme”. En este caso, aunque se trata de un alojamiento, puso el ejemplo del Hotel Cádiz Bahía, “que ha llegado a generar hasta 1.000 empleos”. También apuntó dos elementos que, a su juicio, son fundamentales: “Estrategia y dejarse de complejos”.
Por último, Jorge Fernández habló sobre su experiencia empírica, al haber realizado la única actuación de viviendas en el entorno del polígono exterior de la Zona Franca con la Torre D’Arenas, un proyecto que “tuvo una rentabilidad económica, pero sobre todo emocional”. Y señaló que esa iniciativa le enseñó “el camino a otros compañeros” porque se generó con un diseño singular “para tratar de ofrecer la mejor cara en la ciudad”.
Previamente a esta primera mesa de debate, tuvo lugar la presentación de las jornadas, donde intervinieron Lorena Garrón, portavoz del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz; la decana del Colegio de Arquitectos, Isabel Suraña; y el delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Fran González, que aseguró que la operación de Navalips va a suponer “recuperar un espacio y ponerlo a disposición de los ciudadanos”.